
NACHO VEGAS estrena Alivio,primer adelanto de su próximo álbum
En plena búsqueda de las cosas bellas, el asturiano da pistas sobre el imaginario estético y sonoro del trabajo que verá la luz en enero
El arte del proyecto lo dirige Jordi Santos y la portada es de Candela Sierra, Premio Nacional del Cómic
Una frase del polémico escritor William Burroughs, Perhaps all pleasure is only relief / Quizá todo placer no es más que alivio, que revoloteaba sobre una rueda de tres a acordes en bucle, es el germen de Alivio; el primer adelanto del que será el esperado nuevo álbum de Nacho Vegas, previsto para enero del año que viene de la mano de Oso Polita/Last Tour.
El verano pasado fue testigo de los baños de Nacho en la Playa de San Lorenzo y del nacimiento de esta nueva canción. Si ya esos primeros ingredientes rondaban su cabeza, fue la caricia de un cormorán bajo el agua lo que impulsó la composición de la misma, que nos da pistas sobre la búsqueda y reflexión de las cosas (semi)preciosas de las que trata el noveno álbum del asturiano.
La piedra angular estaba ya: el placer como alivio y la belleza del mundo representadas en el vuelo de esas elegantes alas negras. Pero todo era una especie de caos que había que pulir y que, tras arrancar su ascenso en la mente del compositor, pasó por el oriente asturiano, Euskal Herria y el Baix Penedés, hasta llegar a Barcelona para tomar forma junto a Hans Laguna, Cristian Pallejà, Ferran Resines, Juliane Heinemann y Joseba Irazoki, habituales compañeros de travesía de Nacho. Mientras los ritmos se mezclaban y las texturas de la canción se superponían como vetas de malaquita en un cuarzo, llegaban a lo alto y apareció el canto de un pájaro extinto. Con lo poco que somos, lo mucho que nos necesitamos.
Su particular mirada ante la condición humana también se han convertido en la inspiración para la creación de la narrativa visual que rodea la nueva etapa de Nacho Vegas, donde, como ya adelanta con la portada de la ilustradora Candela Sierra, Premio Nacional del Cómic 2025, construye su particular ‘Jardín de las delicias’. Se trata de un viaje por un territorio ambiguo en el que describe lo hermoso y lo inquietante del mundo, a través de todo tipo de seres vivos que invitan al oyente a explorar sus propios significados y a hacer una interpretación simbólica de las letras a través de estas escenas. Todo ello teñido de un verde que alivia, acoge y nos lleva a un prau soleado.
El director de arte del proyecto y, en este caso, también director del videoclip, Jordi Santos, nos invita a conocer la calma de Nacho en armonía con la naturaleza, escenario donde también irrumpen, inevitablemente, pensamientos más oscuros. En esta pieza vemos al artista en una búsqueda íntima junto a su otro yo, que a veces encuentra respuestas en otro tipo de paraísos.
El cormorán no ha vuelto a aparecer en su hogar del pasado verano; quizás sea feliz junto a otra roca en otro mar. Aunque a veces sea inevitable pensar en cosas feas, en esta etapa creativa Nacho prefiere apostar por imaginar las semipreciosas. Además, ¿hay un destino más hermoso que convertirse en canción?
